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DIÁLOGOS ECONÓMICOS
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Tomás Bulat:
¿Cuál es la historia de ustedes?
Arielis Pieve:
Yo llevo varios años viviendo
en Argentina. Si bien soy abogada, decidí
buscar otros rumbos y hoy me dedico a dar
talleres de liderazgo y de formación de equi-
pos. Llegué a Argentina porque me casé con
un argentino, analizamos la situación de
cada país y coincidimos en que la situación
venezolana a nivel empleo no nos favorecía,
y que iba a ser más fácil que yo consiguiera
trabajo acá que él allá.
Fanny Stalhuth:
Yo soy ingeniera civil y
también llevo varios años viviendo aquí.
Llegué a Buenos Aires cuando la empresa en
la que trabajaba me trasladó. Antes de vivir
acá, estuve cinco años en Santo Domingo,
República Dominicana. La misma empresa
estaba trabajando con algunas provincias de
Argentina, así que en el 98 me trasladé.
Incluso, a raíz de la crisis de 2001, la empre-
sa se fue del país. A mí me ofrecieron ir a
México, pero yo quise quedarme. Desde
entonces, trabajo como consultora en el BID
y otras empresas privadas de ingeniería.
T.B.:
Entonces ambas viven acá desde antes
que asumiera Chávez. ¿Cómo fueron vivien-
do desde acá la aparición de él?
F.S.:
Chávez irrumpe en la vida de todos los
venezolanos en el año 1992, con el golpe
fallido. Estuvo preso unos años, con lo cual
estuvo un poco soterrado todo el movimien-
to chavista o su gestión desde el 92 hasta el
96. Primero viene el indulto, y a partir del
97, él crea el Movimiento Quinta República,
que es el movimiento que al final, electoral-
mente, gana las elecciones en 1998. Chávez
asume en 1999.
T.B.:
Chávez, entonces, era una persona
pública y conocida cuando vos viniste.
F.S.:
Era una persona pública, conocida
como golpista, que había estado preso y
había sido indultado. Retomó la senda
democrática a partir del partido que él creó y
ganó las elecciones. Muchos conocidos vota-
ron por él, decepcionados de los partidos tra-
dicionales venezolanos que habían goberna-
do desde el 58, porque hay que decir que,
por cierto, Venezuela es la democracia más
antigua de Latinoamérica.
A.P.:
Amí me afectó mucho más el golpe del
92, porque yo trabajaba en un centro de
rehabilitación para personas con discapaci-
dad visual. Lamentablemente, a mí me llega
al centro como paciente un muchacho que
se llama Antonio Guerra, él fue víctima de
ese golpe de estado al perder la vista por una
bala perdida de ese golpe. A mí me marcó
muchísimo, porque pienso que no hay dere-
cho a que una persona inocente de veinte
años, que venía de visitar a su bebé, hubiera
En esta oportunidad, el economista Tomás Bulat quiso mostrar el lado humano del
presente venezolano. Reunido con Fanny Stalhuth y Arelis Pieve, dos venezolanas
que tuvieron que dejar atrás su país, dialogaron de la nostalgia y el dolor que les
genera su Patria.
Fotos: Fernando Calzada.
Testimonios sobre Venezuela
“Contamos lo que sucede
y nadie nos cree”
>
Por
Tomás Bulat
