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Hasta el 4 de marzo han salido tres embar-
ques de Siria para su destrucción, lo que
constituye la tercera parte de sus armas quí-
micas, que incluyen gas mostaza, supervisa-
da en forma conjunta por la ONU y la
OPCW, y realizada por diversos países.
Los apoyos al gobierno de Assad
Irán, hasta el momento, ha seguido gastan-
do miles de millones de dólares en apunta-
lar al presidente Assad en lo que se ha con-
vertido en una guerra de poder sectario
contra los estados árabes sunitas, que apo-
yan a los rebeldes.
Si bien la presencia de militares iraníes en
Siria no es nueva, se supone que Teherán ha
enviado a más especialistas para que Assad
pueda sobrevivir a sus enemigos en su casa y
en el extranjero. Lo más destacable del
apoyo iraní es la presencia de los altos man-
dos de la élite de la Fuerza Quds, brazo
externo y secreto del poderoso Cuerpo de la
Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).
Si bien su función no es combatir, sino diri-
gir y entrenar a las fuerzas sirias, su mayor
esfuerzo está dado en la recopilación de
información y su eventual producción de
inteligencia sobre los apoyos civiles dentro
del propio territorio. También se detectó
que las fuerzas iraníes habían comenzado a
operar en las zonas costeras, incluyendo
Tartus y Latakia, con tarjetas de identifica-
ción locales, llevando uniformes militares
sirios y trabajando junto con la unidad de la
fuerza aérea de inteligencia siria.
Rusia, en las últimas semanas, ha seguido
enviando, por medio de apoderados, armas
y equipos militares. Estos suministros
incluyen aviones espías no tripulados,
bombas guiadas y repuestos para embarca-
ciones de combate. Rusia aduce que no
viola las leyes internacionales con sus sumi-
nistros militares a Siria, porque, supuesta-
mente, no incluyen armas ofensivas. No
obstante, una fuente de la industria inter-
nacional de armas con el conocimiento de
los movimientos de armas de Medio
Oriente dijo que Siria había recibido millo-
nes de municiones para armas ligeras del
exbloque oriental, provenientes por mar y
aire de la zona del mar Negro. Los ingresos,
que incluyen también munición para arti-
llería y tanques, se producen a través de los
puertos de Latakia y Tartus.
Hezbollah, desde principios de 2013, ha
incrementado sus puestos de combate y de
apoyo a las fuerzas de Assad al este del valle
de Bekaa, con un enfoque de ubicarse en
terrenos de importancia estratégica, tales
como la ciudad de Qusayr y la cordillera
Al-Qalamoun. Ambos son fundamentales,
tanto para las rutas de suministro desde el
Líbano, como para la defensa del ingreso
de apoyos a los rebeldes a través de la cor-
dillera limítrofe con Líbano (ver mapa).
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La oficial.
Las fuerzas del gobierno de Assad siguen respondiendo a la bandera de dos estrellas
