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COLUMNISTA INVITADO
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ciones. Occidente, por su parte, sufre de
una progresiva expansión de un sentir
islámico frente a su natural desacraliza-
ción y las clases postergadas, tanto de los
suburbios europeos como de la marginali-
zación impuesta a los migrantes, pueden
recibir este recuperar religioso como
abono para consolidar la recuperación
que hasta ahora se ha visto controlada.
Sin desenlace
Aún no es permisible extraer conclusiones
definitorias sobre la revolución árabe,
pero sí se puede apreciar que el funda-
mento religioso ha ejercido un papel fun-
damental, tanto en la génesis de las
revueltas como en el predominio de prin-
cipios del credo islámico en las gestiones
de los principales responsables políticos y
que en la actualidad, salvo el caso de Siria,
problematizada por una guerra de fin
incierto y el de un Irán que no ceja en sus
postulados nucleares beligerantes, no con-
tribuyen a cimentar una paz definitiva en
el Mediterráneo; donde los conceptos de
un retorno a la Guerra Fría se han acen-
tuado por la intervención rusa en sostén
de Bachar el Assad y la reciente articula-
ción de una pretensión neoimperialista
en Crimea, actitudes que merecen análi-
sis propio, pero que generan incerti-
dumbres de difícil resolución. Este
panorama excluye toda consideración
sobre la irresuelta situación en Palestina,
donde la pacificación y concordia de la
zona continúa viéndose condicionada
por múltiples elementos que suelen esca-
par a toda previsible gestión.
Las divergencias islámicas entre sus dos
vertientes principales, la sunita y chiita,
se podrían ver superadas por el violento
y dinámico progreso del salafismo, aque-
llos luchadores que se consideran los
mejores observadores de la ley divina,
que se han caracterizado por el sostén
del Corán como única constitución y
que proclaman la reposición de las for-
mas de vida y creencias de un Islam tra-
dicional. Esta brega abrirá nuevos pro-
blemas en la ya conflictiva región donde
cada día la situación se hace menos pre-
dictible y más confusa, incrementando
lágrimas de dolor e impotencia ante el
creciente número de víctimas inocentes.
El Islam, que podría significar sumisión,
vive hoy momentos de exaltación reli-
giosa. Siglos de dominación y etapa
colonial amortiguaron los reclamos de
una civilización que supo tener sus
momentos de gloria y un largo declinar
a partir de la caída de Bagdad en el siglo
XIII, y que hoy encuentra en la reivindi-
cación religiosa su forma más dinámica
de actuar. Respecto de esto, Argentina
ha dado un ejemplo más que significati-
vo al coordinar recientemente una
misión interreligiosa, donde represen-
tantes de las tres religiones del Libro rea-
lizaron una visita a los lugares reconoci-
dos como santos por ellas y fueron reci-
bidos por las mayores instancias políti-
cas de Israel, Palestina y el Vaticano.
Ejemplo liminar que propulsa una acti-
tud que debe cundir y puede ser de apli-
cación inmediata a la región si es que
sabe articular una política exterior de
coherencia en este sentido.
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Túnez.
Una mujer vota en el país que dio origen a los movimientos democratizadores en el mundo árabe
