mago vacío. En fin, una joya, este
muchacho! Luego vinieron las invasiones
al norte de Europa y fue tomando forma
casi definitiva lo que hasta hoy consu-
mimos. El gran descubrimiento fue la
cerveza! Al ser el lúpulo muy barato,
masificó y multiplicó la ingesta por
mil. Hasta en algún momento el agua fue
mala palabra, traía mil contaminaciones
y diarreas por doquier. Qué quiere que
le diga, señora: parece que hasta desa-
yunaban con birra! Eso sí, España se
mantuvo firme con el buen vino y eso que
se lo bancó a Carlos V, que desde
Austria, inundó con cerveza a Castilla
y Aragón.
Con la llegada de los protestantes se
moderó un poco el asunto con sus cos-
tumbres espartanas, poco, porque ya a
partir del siglo V habían aparecido los
hiperdestilados, como el whisky, el ron
y la ginebra… entonces... Otra vuelta,
cantinero! Se complicó tanto la cosa que
hasta se ordenó restringir la bebida a
cirujanos y barberos, pero tal como con
la ley seca yanqui de 1920, solo vol-
vió la bebida clandestina, más cara y
de peor calidad, hasta hacerle explotar
la cabeza al propio bebedor.
Soy Nicanor, dicen que soy picante, pero
solo tengo pocas pulgas.
Para ir cerrando el recorrido y llegar
a nuestros días, volvamos a estos pagos
y a la frase que una vez me dijera un
aymará del Altiplano: “La chicha es de
nosotros, el vinito de los blancos, el
whisky de los ricos y la cerveza es de
todos”. Juaajaaaa!! Sabio el colla.
Soy Nicanor, picante, pocas pulgas.
P/D: No termino estas líneas sin decir-
les que también hubo fundamentales
dirigentes en el mundo que se las tra-
ían con el tema; sepan que en la autop-
sia de Churchill (murió a los 91 años),
nadie creyó que tuviera un hígado de un
“niño de cinco años”, habida cuenta de
los miles de litros de whisky bebidos.
Otro que merece un comentario es el ruso
Boris Yeltsin, dicen que nadie bebió
vodka como él en todos los Urales. Le
faltaban de una mano el pulgar y el
índice, y cuentan que en el clímax de
esas noches de lujuria mostraba sus
mañas ingiriendo la ancestral bebida
con la mano dañada. Salud, salud para
todos y todas (
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