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SEGURIDAD
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a Oficina de Naciones Unidas con-
tra la Droga y el Delito (UNODC)
estima en 870.000 millones de dóla-
res el movimiento que genera anual-
mente el lavado de activos, definido
por el jurista argentino Horacio
Santiago Nager como “el procedi-
miento, artilugio o mecanismo utilizado
por organizaciones criminales, mediante
el cual se pretende ocultar, disimular y
encubrir el origen ilícito de determinados
bienes o el producto de actividades delic-
tivas, con la finalidad de convertirlos en
otros bienes y actividades que resultan
aparentemente lícitas”.
Un delito extremadamente
complejo
“El combate al lavado de dinero es un tema
estratégico en el plano local e internacio-
nal”, aseguró el doctor Juan Félix Marteau,
presidente de la Fundación de
Investigaciones en Inteligencia Financiera
(FININT), organizador del IV Workshop
Global sobre “El sistema anti-lavado de
activos y contra-financiación del terroris-
mo”, que tuvo lugar en la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires
(UBA). Este experto consideró que la inte-
ligencia financiera es “una herramienta
poderosísima y eficaz para combatir las
amenazas más importantes que hoy enfren-
ta nuestro país, ya que ataca el problema en
su centro neurálgico, que es la acumulación
de riquezas por parte de las organizaciones
criminales”.
“La acumulación de riquezas le da a la orga-
nización criminal poder real”, señaló por su
parte Mariano Federici, experto argentino
del Fondo Monetario Internacional. “Es
justamente esa acumulación de riquezas la
que da a la organización criminal poder
real, poder de fuego, poder corruptor y
poder territorial”, añadió Marteau, quien
afirmó que “el esfuerzo del Estado debe
estar puesto en desmantelar a la organiza-
ción, despojándola de esa riqueza”. Como
instrumento, agregó, “la inteligencia finan-
ciera es importante porque intercepta al
adversario en su punto más vulnerable: el
momento en que la organización criminal
tiene que pasar por los canales formales del
sistema financiero para lavar activos”. A tra-
vés de la inteligencia financiera, agregó, es
posible “rastrear, detectar e individualizar
los bienes que son fruto de estos delitos, y
ponerlos en conocimiento del Ministerio
Público, que es en definitiva quien tiene
que convertir ese aporte en prueba judicia-
lizable que permita sustentar eventualmen-
te la acusación”.
En cuanto a la persecución de este tipo de
delitos por parte de la Justicia, Marteau
señaló: “En los 80, se demostró que las téc-
nicas tradicionales de combate al crimen
organizado no estaban dando los resultados
necesarios para frenar el crecimiento y el
poderío de estas organizaciones criminales”.
En el marco de un seminario organizado por la Fundación de Investigaciones en Inteligencia
Financiera con el apoyo de Taeda, los mayores expertos locales y de la región analizaron las
luces y sombras del actual sistema de persecución del lavado de activos y financiación del
terrorismo en América Latina.
Por Mariano Roca / Fotos: Fernando Calzada.
Criminalidad organizada
La lucha contra el
lavado de activos
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