Background Image
Previous Page  136 / 196 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 136 / 196 Next Page
Page Background

136

ANTÁRTIDA

///

on 14 trineos y siete motos de

nieve, los exploradores, integrantes

del Ejército, partieron el 28 de

noviembre de 1999 de la Base

Belgrano II con el objetivo de reco-

rrer los 1500 kilómetros que los

separaban del Polo Sur y recibir allí el nuevo

año y el cambio de milenio. Aunque fueron

demorados por las inclemencias climáticas y

el campo de grietas, el día 5 de enero izaron

la bandera argentina en el vértice del planeta.

Compuesta por experimentados antárticos –

el médico Nicolás Bernardi; los técnicos

mecánicos Julio Dobarganes y Daniel Paz; el

técnico topógrafo Ramón Celayes; el técnico

polar Luis Cataldo; y Juan Brusasca, opera-

dor de radio–, la expedición estuvo al mando

del entonces teniente coronel Víctor

Figueroa, avezado andinista que hizo cum-

bre, entre otros picos, en los volcanes

Tupungato y Lanín, y veterano antártico,

que cuenta en su haber con cuatro invernadas

y más de 15 campañas de verano. Además de

jefe de la expedición que en el año 2000

alcanzó el Polo Sur en motos de nieve, sin

ningún tipo de apoyo aéreo, fue también res-

ponsable de las más complejas patrullas de

rescate de las que participó la Argentina.

Ejemplo de ello es la recuperación en sep-

tiembre de 2005 de los cuerpos de Teófilo

González y Augusto Thibaud, integrantes de

la dotación de la base Carlini que habían

caído a una grieta, y de los miembros de una

patrulla de la base chilena O’Higgins –com-

puesta por siete personas, tres de las cuales

murieron– que a los pocos días tuvo un acci-

dente similar. El general Víctor Figueroa es

en la actualidad el mayor referente antártico

de la Argentina.

-Durante el verano de 1999, el rompehielos

Almirante Irízar no pudo acercarse a menos

de 150 metros de la base y debió realizar la

descarga de material y combustible sobre la

barrera de hielos Filchner. ¿Cuánto los afec-

tó este problema?

-Para nosotros, representó un esfuerzo desco-

munal porque implicó realizar el doble traba-

jo de mantener activa la base y buscar la logís-

tica. Nos llevó cuatro meses el traslado de

todo el material (hay que tener presente que

en la Antártida para hacer 150 kilómetros tar-

dábamos un día, otro lo utilizábamos para

preparar la carga y el tercero para regresar a la

base). Fue muy complicado, pero no tenía-

mos opción ya que de no hacerlo, la Base

Belgrano se quedaba sin reservas. La mayor

parte del traslado lo logramos hacer entre

febrero y mayo, cuando comenzó la noche

polar y ya no podíamos realizar patrullas.

-¿Influyó este hecho imprevisto en la prepa-

ración de la expedición?

-Sí, porque en la etapa previa a la marcha

teníamos previsto ir desplegando depósitos

de combustible para nuestro abastecimiento,

pero al tener que llevar la logística debimos

suspender esta actividad hasta el mes de octu-

bre. En ese momento, iniciamos el traslado

utilizando las motos con las que íbamos a

hacer la travesía, hecho que generó un gran

desgaste y obligó a usar en su reparación gran

parte de los repuestos destinados a la expedi-

ción: bujías, correas tractoras, orugas, etc.

Para que tenga una noción, calculo que en

toda esta etapa previa recorrimos más de

10.000 kilómetros con las motos y los vehí-

culos.

Después de 39 días de marcha, el 5 de enero de 2000 alcanzó el Polo Sur geográfico la

Expedición Científico-Técnica compuesta por siete exploradores polares, que sumó a su proeza el

haber realizado la travesía en motos para nieve, hecho inédito a nivel mundial. Entrevistamos a su

jefe, el general Víctor Figueroa.

Polo Sur

“En la Antártida, cualquier

instancia es un riesgo”

C