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Janot, en diálogo con este periodista, ratifi-
có que trabaja con las manos libres.
"La Procuraduría General de la República
tiene un equipo de trabajo extremadamen-
te competente, nunca tuvo tanto presu-
puesto. Y yo jamás he recibido un llamado
de alguien del Gobierno pidiéndome por A,
por Z o por B", dijo Janot, para quien la
institución que dirige y la forma en que ésta
puede trabajar, simboliza el pleno avance de
Brasil hacia su madurez institucional.
"Años atrás, esta era una institución "limi-
tada" por el poder político, agregó.
También resulta relevante la designación de
Nelson Barbosa , ex viceministro de
Hacienda, para liderar el Ministerio de
Planificación, responsable de la ejecución
presupuestaria y la implementación de los
cortes que deberán ser anunciados. Barbosa
se fue del gobierno principalmente por
desacuerdos con maquillajes fiscales atribui-
dos a Arno Augustin.
De las tres designaciones, incluyendo a un
fortalecido Alexandre Tombini en el Banco
Central, Barbosa es considerado como el
economista más cercano a Dilma.
Combina la preocupación con la austeridad
fiscal y la visión "desarrollista" de la man-
dataria. Barbosa es también uno de los fun-
cionarios con mayor conocimiento de la
compleja maquinaria pública federal brasi-
leña. Sabe donde se gasta bien y donde se
gasta equivocadamente. En su papel de
ministro de Planificación, Presupuesto y
Gestión, tendrá amplias condiciones para
conciliar las determinaciones de Dilma y de
los ministros de otras áreas con las reales
condiciones de las finanzas públicas en un
momento que será de gran compromiso
con el superávit presupuestario primario.
La senadora Katia Abreu, presidenta de la
Confederación Nacional de Agricultura
(CNA), poderoso lobby del agronegocio,
llegará al comando del Ministerio de
Agricultura, según se anunció en forma ofi-
ciosa.
Abreu es una dura crítica de lo que llama
"populismo" y tiene una estrecha relación
con Dilma. Es la funcionaria perfecta para
mostrar que Brasil aborrece cualquier atisbo
de "bolivarianismo", aunque su nombre ya
provoca urticaria en los movimientos socia-
les de izquierda, aliados del PT.
En agosto pasado escribió una de sus habi-
tuales columnas en los medios de comuni-
cación de Brasil en la que se quejó de la per-
tenencia de su país al Mercosur con estas
palabras:
"Cuba, faro de esa izquierda retrógrada, es
un país empobrecido que, en sus mejores
momentos, vivió solamente de la mesada de
la ex Unión Soviética. Posteriormente, su
mesada fue reemplazada por el petróleo
barato enviado por el exdictador Hugo
Chávez. (...) Venezuela innovó en su socia-
lismo. En vez de la conquista violenta del
poder, optó por elecciones que tienen como
único objetivo subvertir la democracia por
medios democráticos. Logró, de esa mane-
ra, captar la simpatía de los
comunistas/socialistas brasileños, faltos de
ideas y orientación. Por lo demás, está
siguiendo el manual cubano y "socialista"
en general. El resultado salta a la vista. La
libertad de prensa se aniquila sistemática-
mente, se persigue violentamente a la opo-
sición y los adversarios políticos son consi-
derados enemigos que deben encarcelarse.
El Poder Judicial se vuelve una pantomima
al servicio del Poder Ejecutivo. La econo-
mía está hecha trizas. La desorganización
productiva es total. Falta hasta papel higié-
nico. La Argentina, en su muy especial
mezcla de peronismo y bolivarianismo, está
llevando el populismo económico a su
grado máximo de radicalización, acompa-
ñado de severas restricciones a la libertad de
prensa y de los medios de comunicación en
general. De gran socio económico, se volvió
un obstáculo a la propia expansión de la
economía brasileña. Actualmente, el país se
encuentra nuevamente en situación de cese
de pagos, después de una negociación for-
zada de un cese de pagos anterior. Si la
situación argentina ya era mala, está aún
peor. Sucede que esos vecinos son miem-
bros del Mercosur y nuestros socios en cual-
quier negociación bilateral que Brasil haga
o planee hacer. Brasil está atado a países que
se están precipitando rumbo al abismo
"socialista". El comercio, que debería ser el
eje de esa asociación, se volvió completa-
mente secundario, como si no fuera su
objetivo central. Las reuniones del
Mercosur se convirtieron en simples foros
inútiles, escenarios de agresivos discursos
anti economía de mercado o anti Estados
Unidos. El foco económico es, hoy, políti-
co, sobre todo enfocado en la defensa de las
posiciones argentinas y venezolanas, de
acuerdo con los delirios ideológicos que les
son característicos. Ya no es posible que el
país ate su futuro a un Mercosur populista,
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Mercados.
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